Ciudad Imperial (nada que ver con la cerveza)

Sábado 27,

Partimos a Toledo en ave, que es igual a volar bajito.

¡Que decir sobre Toledo!.

Según la historia sobrevivió a todos los imperios que pasaron por estas tierras. El primer dato de esta ciudad se remonta al imperio romano, luego cayo en poder de los bárbaros pasando a ser la capital del imperio visigodo. En el siglo VI, cuando estos muchachos la abandonan pasa a ser ocupada por los moros y es reconquistada por Alfonso VI para el reino castellano-leonés convirtiéndose en capital del reino hasta que en 1561 se traslada la capital a Madrid.
Qué tul?

Todos estos cambios de manos (culturas) han dejando su marca. Es así, que caminando es posible encontrar mezquitas del año 999, sinagogas que aun hoy son sinagogas y sinagogas que hoy son iglesias católicas, conventos o simplemente museos y por supuesto; iglesias católicas construidas con este fin.
Además de dejar marca en los templos, los cambios de culturas dejaron su registro en la arquitectura, con una mezcla de métodos de construcción y estilos arquitectónicos muy variados.
Algo más?
Ah! sí. El AVE es el Tren de Alta Velocidad. (¡71 km en 25 minutos!)



Hasta la próxima.

Un cacho de cultura

Jueves 25 y Viernes 26

El jueves partimos hacia el Prado (el museo) en el que sin darnos cuenta se nos pasaron casi 7 horas recorriendo y apreciando todas las obras expuestas.
Al terminar fuimos a conocer la estación de trenes Atocha

Ya en nuestro camino de vuelta pasamos nuevamente por el Parque del Retiro y de casualidad nos encontramos con la muestra “La Tierra desde el cielo” (que estuvo allá, en la Plaza San Martín, el año pasado). Para cuando llegamos de vuelta eran cerca de las 10pm y por suerte Dana y Diego nos esperaban con una rica cena (cocinada por Diego).
Hoy viernes no era nuestra intención continuar cultivándonos, pero el paro de los vendedores de tickets de tren nos impidió ir a Toledo, por lo que terminamos recorriendo el Reina Sofia (que es otro museo) en el que supuestamente podriames ver el famoso Guernica de Picasso. Por el modo en que escribimos la frase se darán cuenta que no pudimos ver el preciado cuadro, pero quedamos compensados por las obras expuestas que sí pudimos ver, entre otros de Dalí y Joan Miró; además el recorrido nos sirvió para darnos cuenta que la vanguardia del arte no es lo nuestro de momento. El recorrido no fue tan duradero como el del jueves, y cuando terminamos fuimos a almorzar, para continuar con la cultura, al Museo del Jamón. (a las pruebas me remito)

Ya recargado el combustible paseamos por la parte vieja de la ciudad. (Foto de la Iglesia de San Francisco El Grande)

De Vuelta en Madrid

Miércoles.

Amanecimos sobre el tren volviendo a Madrid.

Luego del desayuno compartimos el día con Daniela, quien nos ha paseado por los barrios La Latina y la Chueca. Luego nosotros seguimos la caminata por nuestra cuenta, sin destino fijo, tratando de caminar por calles nuevas.
Dejamos una foto del Parque de Madrid (que es muy bonito).

A empacar nuevamente

MARTES

Hoy es el último día en Barcelona. Decidimos dejar el equipaje en consigna en la estación de tren, ya que la habitación hay que dejarla al mediodía y nuestro tren sale a las 11pm.
Fuimos por tercera vez al MNAC (a esta altura ya no traduzco mas las siglas) y finalmente entramos. Mas allá de las colecciones que poseen, que son muy interesantes, sobre todo por la antigüedad de las obras, el edificio en el que se encuentra es imponente.


Terminada la visita fuimos al Barri Gotic, al Museo de Picasso (otro de los que cierra el domingo a las 15 y todo el lunes), la verdad que nos gusto mucho.
Al terminar ya eran pasadas las 6pm, paseamos un poco y luego de cenar fuimos a la estación de tren, una hora antes de la partida ya estábamos ahí (obvio)

Museos (Fallido 2°)

LUNES
Luego de comprar el desayuno en el Mercado de la Boqueria partimos en un nuevo intento de ingresar al MNAC (Museo Nacional de Arte de Catalunya), y al llegar descubrimos que …… estaba cerrado, porque los lunes permanece cerrado (al igual que los domingos después de las quince). Luego de chequear las notas nos dimos cuenta que no deberíamos haber ido, pero bueno, ya que estábamos por esa zona decidimos sacar el pasaje de tren para nuestra vuelta a Madrid.
Una vez con el ticket en la mano fuimos a recorrer el Parc de la Ciutadella, que seria algo así como un gran rosedal que además tiene un arco de triunfo y el Zoo de Barcelona.

Al terminar el recorrido regresamos a la Rambla, mas específicamente al mirador de Colón, que es desde donde salen los paseos en Catamarán para ver Barcelona desde el Mar Mediterráneo. Tomamos el paseos de 1 hora 30 minutos y ese es el tiempo exacto que desperdiciamos de nuestras vidas en esta tarde de lunes; por suerte fue gratis, porque sino no nos suben ahí ni atados de pies y manos. Ya devueltos a tierra firme, y a pesar de las negativas de Fito, subimos al mirador de Colón y sacamos las fotos de rigor (nota del susodicho: “que miedo me dan las alturas y la gran p… no se porque sigo subiendo a estos lugares…”)

De ahí nos dirigimos al último bastión de Gaudí que nos teníamos pensado visitar, la casa Batlló, el único problema que tuvimos, y que fue la razón por la que no ingresamos, es que el costo de la entrada ascendía a 16,50 euros, y nuestro descuento del 20% al que accedíamos por ser poseedores de la tarjeta Barcelona Card, no terminaba de convertir el precio en accesible para nosotros, por esto desistimos. Nota de Magui: consternada por el precio, sale el doble que todos los museos a los que hemos ingresado.

Mont Juic (Originalmente)

DOMINGO

Hoy amanecimos tranquilos, sin apuro. Salimos en busca de nuestro desayuno y comenzamos la recorrida del Mont Juïc (o Monte Judio) . Comenzamos con el castillo, que se encuentra en la cima y ahora funciona como Museo Militar, (Nota de Magui: Papá lamento desilusionarte pero no entramos al museo), desde este punto fuimos descendiendo, con el fin de recorrer el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona y la Fundación Joan Miró, entre otros atractivos que pueden visitarse.
A la Fundación Joan Miró, que esta a mitad de camino entre la cima y la base del Monte, llegamos justo a tiempo, con una hora y minutos de tiempo para recorrerla, incluido el gift shop al que uno entra, mira y se va (creo que no hace falta aclarar que siempre, siempre, con las manos vacías).
Para este entonces nos había alcanzado el mediodía, y decidimos comer al lado de la fundación, una paella que tenia buena pinta; y eso era todo lo que tenia, buna pinta porque de sabor se quedo mas que corta, pero igual calmó el clamor estomacal.
Continuamos el descenso y nos encontramos con el Poble Espanyol, una especie de lugar que recrea, en cada rincón, un pueblo de España por medio de su arquitectura, y en cada uno de los edificios hay tiendas con productos típicos de esa zona, es como un shopping nacional en un solo lugar, este es uno de los paseos que son gratis y esa fue la única razón por la que decidimos entrar.
Después bajamos hasta el MNAC (Museo Nacional de Arte de Catalunya) para descubrir que había cerrado. Claro, ya eran mas de las tres del domingo, y al mirar la guía nos enteramos que por mas turística que sea esta ciudad todos los museos cierran luego de las quince del domingo.
Como solo nos quedaba recorrer la vía pública decidimos pasear por el Raval, donde nos sentamos a tomar un café y hacer notas de los museos y paseos que nos quedaban por realizar para el lunes y el martes, y así ver hasta cuando nos quedamos en Barcelona. Luego recorrimos “La Rambla” y luego, lo que para nosotros es una rambla (es decir: un paseo al borde del mar) en el puerto. Allí encontramos una pequeña feria de antigüedades.De ahí pasamos a La Barceloneta, y sus playas, la villa olímpica, y todo el litoral norte de Barcelona, que además cuenta con un par de embarcaderos.


Vista de la Villa Olimpica.

Un día Modernista.

Temprano, para un día de vacaciones, partimos con destino cultural.
Comenzamos recorriendo la Sagrada Familia, después caminamos por el Park Güell incluido el Museo Casa Gaudí y antes de terminar el día en la Casa Mila (La Pedrera) hicimos un paso por el Hospital de Sant Pau. Todas estas obras arquitectónicas forman parte de la ruta del modernismo. Excepto el hospital, creado por Doménech i Montaner, son obras de Antoni Gaudí.

Sagrada Familia

Nosotros en la terraza del Park Güell

Fito en la terraza de la Pedrera

Y llegamos a Barcelona

Llegamos sin tener a dónde ir. Un buen hombre se apiado de nosotros en la estación de tren y nos dio una tarjeta de una pensión (hostel) que según las explicaciones marquetineras del susodicho no sólo estaba muy bien ubicado sino que además era limpio y el precio era muy bueno; así que con dirección en mano partimos hacia la Pensión Palacio.
Al llegar nos dimos cuenta que el nombre elegido no hacia honor al lugar ni a sus alrededores. Está ubicado en Barcelonesa una especie de nuestra Constitución porteña cercana al puerto y a una estación de trenes. Con este panorama decidimos emprender la caminata hacia el centro en busca de un techo. Y así fue que terminamos en la Pensión Lausanne, ubicada a una cuadra y media de la Plaza de Cataluña (centro centro) cuyo toque porteño fue mejor recibido, el recepcionista resultó ser oriundo de Once. Luego de descargar los bártulos salimos a caminar. Recorrimos La Rambla y visitamos el Mercado de la Boqueria donde nos compramos el almuerzo.



Ya comiditos nos dedicamos a la parte mas vieja de Barcelona, el Barri Gotic, y sus interminables callejuelas. Por la noche fuimos a cenar al Born. Barrio de moda que es el hermano mayor de nuestro Palermo Soho.

San Sebastián pasado por agua.

Todavía nos quedaba por recorrer la otra punta de la Bahía de la concha con el Monte Igueldo incluido y esa era la meta para este jueves, último día en San Sebastián, pero se nos complicó. Amaneció totalmente nublado y con una persistente llovizna que por momentos se transformaba en lluvia copiosa. Aun con este panorama dejamos la habitación del hotel y partimos en búsqueda del desayuno y de alguna forma de protección (no nos trajimos impermeables, paraguas ni nada que se le parezca). Ubicamos un todo por € 0,60 de nuestros amigos chinos que están en todos lados pero los supuestos pilotines eran dos bolsas de residuos que poco cubrían y nos daban una linda apariencia de pordioseros. Frente a la lluvia que continuaba hicimos una fuerte erogación y compramos dos capas como la inclemencia del tiempo se merecía.
Solucionado el problema nos decidimos a recorrer la rambla que rodea toda la bahía, la lluvia había amainado un poco. Comenzada la caminata, la lluvia, mas que amainar se comenzó a animar, por lo que abandonamos el recorrido intentando volver al centro por un camino corto (o al menos mas corto que por la Rambla, y con algún resguardo edilicio dentro de lo posible) pero quedo solo en la intención, ya que nos metimos en una zona residencial, con calles al estilo Parque Chas pero largas. Cuando por fin llegamos al centro nuevamente ya no llovía, pero ni intentamos retomar el paseo interrumpido, sino que nos sentamos tranquilamente a almorzar.
Luego paseamos, y al llegar la noche nos fuimos a la estación para asegurarnos de no perder el tren que nos debía llevar a Barcelona. Llegamos casi 1 hora antes y el tren además llego 20 minutos tarde. Igual como se imaginarán no nos fuimos de San Sebastián sin hacer el último tributo a los pintxos vascos.